Hola a tod@s!
Ayer me quemé, y no literalmente (eso lo hice el lunes con el grill), sino figuradamente y el objeto de mi quemazón fue el sistema de validar los billetes del Metro de Madrid. Pero eso vendrá luego porque el día, en realidad, empezó mejor. Por la mañana, muy de mañana, había quedado con Elizabeth en el aeropuerto para recoger a Stephanie, una amiga de Laura que venía desde Estados Unidos y tenía que dirigirse hasta Murcia porque empezaba a trabajar allí como profesor auxiliar. Como no sabía muy bien como hacerlo, nos ofrecimos para ayudarla. Nos encontramos con ella en el aeropuerto, dejamos las maletas en la consigna y nos fuimos a dar una vuelta por la zona que rodea la Estación de Chamartín, las Torres Kio y las nuevas cuatro torres de Madrir. Todo perfecto hasta el momento y Stephanie nos dio unos detalles por la ayuda prestada, en mi caso, unos caramelos muy ricos llamados "Jolly Ranchers". Una vez que Stephanie cogió el tren para Murcia, Elizabeth y yo nos fuimos para nuestras casa.
Y aquí llega la parte importante sobre la cual voy a extenderme. En el Metro de Madrid tienes la posibilidad de sacarte un bono mensual de transporte público que te cubre la red de metro, la de autobuses urbanos y la de Cercanías. En función de donde vayas a moverte, coges Zona A, B1, B2... Yo necesito B1 porque los lunes tengo clase en la Universidad Autónoma de Madrid y hasta allí voy con Cercanías. Si no te sacas bono, puedes comprar billetes sencillos o abonos turísticos que son unos papelitos ridículos y prehistóricos para un sistema de metro que se pretende de los mejores del mundo. El caso es que me comentan que tengo que sacarme una especie de tarjeta personalizada que la venden en cualquier estanco. Ahí que voy, me compro la tarjeta pero no me la pueden cargar allí porque no les quedan, cosa que no acabo de entender, pero me dicen que lo puedo hacer en las máquinas automáticas del metro. Voy a una de ellas con mi cartela y la recargo, pagando por ella 53 euros (porque esa es otra, a pesar de tener 23 años no puedo optar al bono mensual joven, sino al normal...). En la infinita sabiduría de los que elaboraron dicho sistema, no sé cómo encajar el hecho de que a pesar de tener tu cartela personalizada (no es más que un papel con tu nombre y un código de barras en una funda de plástico), te hace falta también uno de esos tickets enanos similar a un billete normal, pero de color amarillo. Como la máquina, de momento, no te informa de ello, cometí el error que si ciudades más pequeñas como Valencia y Alicante (sobre todo Alicante!!!) tienen sistemas de tarjetas sin contacto para los abonos mensuales, Madrid, la capital de España, la tercera ciudad más poblada de Europa y que aloja el cuarto aeropuerto del continente, tendría algo, al menos, similar. PUES NO!! Craso error por mi parte, lo reconozco, el no haber recogido el absurdo ticket amarillo que me expidió la máquina y que algún listo se llevó.
Lo más curioso del caso es que, en teoría, la cartela personalizada debería evitar que alguien usase un título de viaje a mi nombre. ¿Cómo pretenden evitarlo? Con revisores, esas personas que supuestamente existen. Es decir, que el revisor tiene que interceptar a ESA PERSONA que robó mi ticket amarillo de entre los 2,5 millones de personas que viajan DIARIAMENTE por el Metro de Madrid, al azar, probando suerte. Efectivo al 100%. Intenté que me dieran un nuevo abono (puesto que estaba pagado y tenía el recibo de compra) pero me dijeron que como el fallo era mío y no de la máquina o de Metromadrid la única solución era comprar otro, así que ayer me dejé 106 euros en el Metro de Madrid.
Por lo demás, mi tarde fue normal comparada con esta. Termine de ver Héroes y el final no me gustó en absoluto, no sé si porque cerró en falso en previsión de continuarla en un futuro o porque a los guionistas se les secó el cerebro al final de la serie. En fin... un día caro...
Un abrazo!!
Broo!! vaya telita lo q te pasó en el metro de Madrid, si es que donde esté el Tram metropolità ajjaja. Nene, no dejes de escribir en el blog que, aunque no me dé tiempo a escribir, sí que lo leo. Anda, cuéntate que tal la semana. Un abrazo!!
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