sábado, 2 de octubre de 2010

Inauguración oficial

Hola a tod@s!!!

Como ya muchos sabéis aquell@s que me seguís también en Facebook, ayer tuve la cena de inauguración del piso, pero eso vendrá luego, vamos a la mañana. Me levanté a las 8:45 a pesar de mi intención de levantarme a las 8. Me tenía que levantar tan pronto porque los graciosos del reparto de los escritorios me dieron un amplio horario durante el cual podrían pasarse para dejárnoslos. De 9 a 12 y de 16 a 19. Así que perfectamente me podría haber levantado a las 8 y que los trajeran a las 19, pero no fue el caso, porque me llamaron al mediodía para decirme que no podrían traerlos, que los traían el lunes... ¬¬ 
Lo que sí que trajeron fue el horno, la lavadora y el microondas, que pobrecito del hombre que subía el horno a su espalda por la escalera, penita me dio. La lavadora funciona y el microondas también, pero el horno aún no está instalado, aunque también funcionará, o eso espero. Me calenté unos macarrones que me habrían sobrado del día anterior en mi nuevo microondas y comí. En un principio no me eché la siesta porque iba a venir Carlos a traer los armarios (de IKEA!!!) y los teníamos que subir, pero no llegaba, así que me acosté un poco, media hora. Pero me sentó bien. Antes estuve hablando por Skype con Mónica y como a ella se le va la cabeza y mi con ella también, pues pasé un rato divertido.
Algo que tuve claro ayer es que no quiero ser transportista de muebles, ni de nada. Creo que mi brazo hizo ayer mas ejercicio en media hora que en toda su vida. Como pesaban los condenados armarios y encima sin ascensor. Pero bueno, ya los tenemos en casa y esta tarde los montamos.

Después me eché otra siestecilla (me había dado sueño y tampoco estaba haciendo nada de valor como para resistirme a él) y cuando me levanté me fui con Sergio a comprar para la cena de esa noche. El menú fue: ensalada templada (se quedó sólo en ensalada porque no me dio tiempo a más), tallarines a la carbonara y gelatina de Coca-Cola de postre. Los invitados: los de la casa (Sergio y yo) y Emily, Juan y Nuno, su novio. Por suerte, llegaron tarde y eso nos dio tiempo a Sergio y a mí de adecentar un poco la casa, de acabar de hacer la cena y de tenerlo todo preparado para cuando llegaran. La casa les gustó, la cena también, nos tomamos unas copichuelas en casa y nos fuimos de fiesta, casi corriendo porque terminaba el metro. Llegamos a tiempo. Salimos por Chueca y la verdad es que me sorprendió gratamente porque, además de ser la zona gay por excelencia de Madrid, te encuentras con todo tipo de gente, no sólo homosexuales y eso da variedad. Vi a los chinos madrileños que venden cerveza por 1 euro (casi te asaltan para vendértela) y me lo pasé realmente bien. Así que, de momento, imagen positiva de la noche madrileña, seguiremos informando.

Un abrazo!!

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